lunes, 20 de mayo de 2013

PROBLEMAS URINARIOS EN MUJERES AFECTAN A PARTIR DE LOS 50 AÑOS

Los problemas urinarios, como incontinencia urinaria en mujeres, son cuadros muy frecuentes en personas de la tercera edad, estimándose que pueden afectar a más del 50% de mujeres mayores de 50 años. Los especialistas en urología,  afirmaron que pese a esta alta prevalencia solo el 10% de las personas afectadas por estas anomalías acuden en busca de ayuda médica y, por tanto, reciben el tratamiento correspondiente. 



La incontinencia urinaria o la dificultad para retener la orina obedece al debilitamiento de los músculos de la pelvis y otros órganos adyacentes como la vejiga y la uretra. Estos debilitamientos se originan por la edad, por múltiples embarazos y por anomalías como el estreñimiento, aunque eventualmente las mujeres adultas mayores también pueden presentar retención urinaria.





domingo, 19 de mayo de 2013

POSMENOPAUSIA... CÓMO REDUCIR SUS CONSECUENCIAS EN LA MASA ÓSEA

La posmenopausia, puede dividirse a su vez en dos fases, la primera silenciosa, donde se produce la mayor pérdida de masa ósea, entre un 3 y un 5%, y la segunda, que empieza a partir del quinto año posterior a la menopausia y continúa por el resto de la vida, caracterizada por los síntomas más severos. Cerca de un 75% de las mujeres posmenopáusicas experimentan síntomas. Es además, el momento de mayor pérdida estrogénica con las consecuencias que trae aparejada y que repercuten en la calidad de vida de las mujeres.

Realizar ejercicio aeróbico en esta etapa es fundamental para evitar la pérdida ósea, bajar el colesterol y para disminuir el riesgo cardiovascular es por ello que realizar caminatas como mínimo 3 a 4 veces por semana de al menos 35 a 45 minutos. Hay evidencias de que la mujer que llega a esta edad aumenta el riesgo de padecer un infarto de miocardio hasta igualar el riesgo al del hombre e incluso duplicarlo, por eso, es fundamental un control del peso, el colesterol y la presión arterial.



Una investigación publicada en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism sugiere que realizar actividad física por más de dos horas a la semana ayuda a las mujeres menopáusicas a mantener huesos sanos. El hallazgo se basa en el impacto que incluso una cantidad baja de ejercicio parece tener sobre el control de la producción de una proteína que impide el crecimiento óseo, al mismo tiempo que aumenta la actividad de otra proteína que fomenta la formación ósea.
Al parecer, la actividad física es buena para la salud ósea y provoca una reducción de la esclerostina (un inhibidor de la formación ósea) y un aumento de los niveles de IGF-1, un efector positivo para la salud de los huesos.